¿Valen algo los discos de vinilo rayados? Esta es una de las preguntas más frecuentes que escuchamos en las tiendas de discos. Antes de deshacerte de esos 33 y 45 rpm que crees destinados al olvido, analicemos más de cerca el valor que aún pueden tener y los diferentes factores que pueden provocar esos rayones, ayudándote así a cuidar mejor tu colección.
El término «rayado» nunca es un buen indicador para coleccionistas y vendedores de discos. Sin embargo, hay un uso excesivo de esta palabra en el mundo del vinilo; a menudo, lo que se catalogaría como un “rayón” puede no afectar en absoluto la reproducción. No obstante, hay casos evidentes donde esto no es así, especialmente cuando se trata de marcas profundas que se sienten al tocarlas. Estos rayones suelen indicar daños irreparables, ya que a menudo corren en dirección contraria a las ranuras, provocando ticks, pops y saltos constantes cuando la aguja del tocadiscos los supera.
Contrario a lo que algunos piensan, estos rayones se convierten en parte del disco. Ninguna técnica de limpieza, como el uso de palillos o papel de lija, podrá eliminarlos. Lamentablemente, estos problemas pueden reducir significativamente el valor de un disco, haciendo que muchos coleccionistas busquen otras opciones.
En cuanto a una experiencia auditiva de alta calidad, todos preferimos una superficie de reproducción impecable y brillante. Pero, seamos realistas: en el mundo de los discos de segunda mano (y en algunos casos, en álbumes nuevos también), esto rara vez es una realidad y debemos tomar decisiones sobre qué consideramos aceptable en nuestra propia experiencia musical.
Como ya mencioné, un rayón que atraviesa el disco lo hace prácticamente inservible para la mayoría de los coleccionistas. Sin embargo, la valoración de un disco rayado puede depender del tipo de coleccionista o oyente que estés tratando. Un disco rayado, pero con una funda hermosa y todos sus insertos, podría ser el hallazgo deseado por alguien que ha estado buscando esa pieza en particular.
No obstante, un álbum de los años 70 que se haya prensado millones de veces no se salvará solo por estar limpio, excepto quizás por un gran rayón en el lado B. Al final, todo se reduce a la tolerancia, el gusto y el valor que cada individuo le asigne a ese disco en particular. Puede que algunos estén dispuestos a tolerar unos pocos ticks al inicio de una canción, aunque su aguja pueda opinar lo contrario.
Además de lidiar con discos rayados, hay muchas maneras de evitar que se rayen en primer lugar. Los discos son propensos a acumular polvo y grasa. Almacenar correctamente tus LPs y 45rpm es un buen comienzo para evitar rayones. Mantener la funda interior en su lugar, con la abertura hacia arriba, es una forma efectiva de reducir la entrada de polvo, uno de los principales culpables de los rayones. Utilizar fundas interiores de polietileno en lugar de papel puede ayudar a preservar la calidad del sonido y hacer que tu experiencia auditiva sea más placentera.
También hay muchos productos de limpieza disponibles, desde paños de microfibra hasta limpiadores ultrasónicos que utilizan burbujas para eliminar suciedad de las ranuras. Si una ranura está sucia, hay más probabilidades de que la aguja se salte y, aunque esto no dañe la aguja, puede provocar un desgaste adicional en el disco. Por lo tanto, es fundamental mantener buenos hábitos de almacenamiento y limpieza en tu colección. La aguja es uno de los componentes clave para llevar la música del vinilo a tus oídos, así que mantenerla limpia te beneficiará cada vez que la uses.
Al considerar los discos de vinilo rayados y recorrer el espectro de rayones profundos, marcas superficiales y otras imperfecciones, un poco de conocimiento puede ayudarte como coleccionista y oyente a tomar mejores decisiones al comprar y limpiar discos, fortaleciendo tu búsqueda de la colección de discos soñada. Finalmente, a pesar de todas las variaciones en la superficie de un disco, cuando coloques la aguja, recuerda la razón principal por la que estás allí: la música.